Francis Bacon, Museo del Prado, 2009

26 03 2009

Francis Bacon, Museo del Prado, 2009 Madrid, España

por: Jorge Trujillo – ENAP

Entendiendo al Bacon de Madrid Exposición temporal en el Museo del Prado de Francis Bacon, el horror en la carne, la forma de la boca, el grito y las referencias animales y sexuales se han manifestado desde una pintura ampliamente gestual y oscura en Madrid España. Hoy por hoy la exposición temporal del Museo del Prado tiene como gran atracción cultural un obra retrospectiva del artista inglés Francis Bacon, que hasta el 19 de abril recibirá a gran cantidad de espectadores de todo el mundo. La muestra recoge muchas de sus más representativas obras en colaboración con el Tate Britain de Londres y Museo Metropolitan de New York, y que durante la segunda mitad el siglo XX fueron punta de lanza en la práctica pictórica a lo largo y ancho del mundo. Mostrando en su mayoría sus pinturas y parte de sus intervenciones sobre fotografías, se recorren los procesos que llevaron a Bacon a generar un carácter en la pintura sombría, turbia y sobre todo cuestionadora sin escrúpulo alguno. La entrada con descuento de estudiante a 4 euros sí vale la pena, pues a pesar de la crisis la obra crea una gran tensión sobre todo porque toca temas difíciles que pocos artistas han podido llevar a cabo de forma exitosa. Sus Papas con sus referencias religiosas mutando a monstruos, o sus crucifixiones a manera de trípticos de formato grande generan una percepción poco usual a pesar de sus 17 años de muerto. Lo interesante es la manera en que sus 60 obras “gritan” pues sin saturar matéricamente la superficie pictórica del lienzo (ya sea óleo puro u óleo sobre acrílico) genera las atmósferas justas de sus formas grotescas y crudas. Por ejemplo cuando pinta “bocas” lo hace según propias narraciones en video, aludiendo literalmente a un grito, que a pesar de ser “sordo”, sí hace temblar los empastes de óleo. Por otro lado, la economía de sus trazos y delimitación de los planos y perspectivas, hace evidente que menos, muchas veces es más. Sin muchos trazos la idea puede estar perfectamente modelada desde la práctica disciplinaria de la pintura y desde sus “reglas” de trabajo. En las pinturas que se integran las 3 salas de exposición, las atmósferas turbias y su gestualidad en los rostros retratados existen desde el manejo de las luces, y Bacon sorprende verdaderamente. Sin embargo es evidente que Bacon no quería retratar la realidad, sino la mental de las cosas y en la deformación, se encuentra lo interesante en lo que fue su producción plástica. Como temas recurrentes; la carne y el desnudo, y no por eso algo reiterativo. Por lo anterior sus pinturas como en sus acercamientos plásticos con la fotografía, las formas antropomorfas y zoomorfas se van creando a partir de bocetos previos sobre el lienzo pero con una pintura diluida para posteriormente y progresivamente saturarla matéricamente con las pinceladas de una paleta oscura. Otro aspecto muy interesante para lo que nos atrae la práctica pictórica, es que en Bacon se contempla el azar y el juego desenfadado desde distintos estados de su metodología, dado que sus imágenes llegan a ser de una deliciosa sensualidad y brutalidad como las grandes obras de arte son. También evidente en las pinturas del Museo del Prado, es que el autor logró una desaparición de las extremidades de las formas figurativas pinturas, con el fondo de la pintura en sí. Aumentando de manera excepcional la sensación de las atmósferas oníricas y casi fantasmales. Como ejemplos hay que enmarcar al rostro vomitando desnudo en el baño e indefenso, pues son de un asco encantador a la pupila. En conclusión Francis Bacon ha regresado a Madrid, a España y en sus inicios a la par de ARCO, sin embargo la obra de Bacon no es efímera como dicha feria, sino que deja una huella mucho más profunda hasta nuestro días, en que cada vez más la pintura se ve confrontada por recursos multimedia virtuales. La huella del presente de Francis Bacon en la contemplación del prado hace que resurja con mucha intensidad el deseo de pintar sin miedos y sobre todo sin tabúes conceptuales o técnicos.

Par a más información :

http://www.museodelprado.es/


Acciones

Information

2 responses

31 03 2009
Alberto Silva

No soy un erudito en la obra de Bacon, ni en la historia de la pintura en general y tampoco he tenido la fortuna de ver la exposición del museo en cuestión, pero en una búsqueda de imágenes inmediata, a pesar de que efectívamente sus temáticas parecen llamar a la subersion y al ‘grito’ desgarrador y silencioso en que sólo la condición humana puede ser artista y espectador, ha llamado poderosamente mi atención, la manera de trabajar las formas humanas, similar al latex que un escultor modela, mas en referencia con el cirujano plástico del siglo pasado, que con el mármol constantemente revisitado del periodo clásico.

31 03 2009
Alberto Silva

No soy un erudito en la obra de Bacon, ni en la historia de la pintura en general y tampoco he tenido la fortuna de ver la exposición del museo en cuestión, pero en una búsqueda de imágenes inmediata, a pesar de que efectívamente sus temáticas parecen llamar a la subversion y al ‘grito’ desgarrador y silencioso en que sólo la condición humana puede ser artista y espectador, ha llamado poderosamente mi atención, la manera de trabajar las formas humanas, similar al latex que un escultor modela, mas en referencia con el cirujano plástico del siglo pasado, que con el mármol constantemente revisitado del periodo clásico.

La obscuridad rota abrúptamente por el alto constraste de luz y tono contribuyen a enriquecer este grito para oirlo con los ojos, con cada vibración de la pincelada como si fuese una cuerda vocal excitada.

Realmente me gustaría apreciar en vivo dichas sensaciones que ahora sólo la pantalla de mi laptop me permite simular, en horabuena por esta retrospectiva que esperemos llegue a mas lugares del mundo.

Deja un comentario